martes, 29 de mayo de 2012

ESTÁS PRESENTE…




Querida Rayzel, inolvidable amante:

dentro de unos pocos días ya no volveré a saber de ti hasta dentro de semanas. Debería estar acostumbrado a no tenerte, que es la situación natural de nuestros caminos en la vida, pero no me resigno a tan solo imaginarte en mis adentros. Rayzel… es tanto lo que siento que te debo que deberías de sentirme a ti rendido para siempre. No me resigno, no, querida mía: hacerlo sería matar esa pasión incandescente que me ata a ti desde hace tiempo.

Hace tiempo, ¿lo recuerdas? Hace tiempo yo me debatía entre ceder a mis deseos o flagelarme sin conocer lo que el destino me deparaba. Hace tiempo me llegaba tu llamada en forma de misivas encendidas. ¡Ah! ¡Cómo me gustaban! Cada una era un zarpazo a mi coraza. Cartas de amante que pretende, soflamas airadas anunciando tu deseo. Me sentía el epicentro de tus sueños y decidí que nunca estaría mejor que entre tus brazos. Me enseñaste tu voz y aprendí a escuchar el eco de mi corazón en tus palabras. De mi corazón enloquecido, cuando se aceleraba sabiéndome destino de tus fantasías; de mi corazón tranquilo cuando supo que yo era por entero de tu agrado.

Amante, hace tiempo, sí. Desde el mismo instante en que me dejé llevar por el paraíso por tus ojos prometido. El edén por el que tanto erré durante mi vida, la meta que, sin saberlo, acababa de alcanzar al fiar a ti mi sino.

Todo esto ya lo sabes, reina de mis anhelos, porque te lo he escrito con mis besos y rubricado mi lengua cuando dibuja entre tus ingles. Yo soy tu escritor, ¿recuerdas?. Por ti escribo cada día mi lujuria en secretos instantes revividos. Para alabarte, para loar la prestancia de tu cuerpo. Para describir como me desborda la calentura de tu sexo, el querer cada día más de ti y que tú lo sientas en tus carnes. Amante, Rayzel, la flor que me ciega para ocultarme la oscuridad de estar tan lejos, acércame con el sortilegio de llamarme entre jadeos; pronuncia mi nombre entrecortado en la plenitud de tus orgasmos aunque sean los regalos de otro falo ajeno a mies embates.

Mi cielo, tú…


Estás presente
cuando busco una razón para excitarme,
cuando ocluyo los labios en un beso
estás presente.

Estás presente
cuando encuentro la manera de llamarte,
cuando abro el corazón a tu recuerdo
estás presente.

Estás presente
cuando intuyo tu silueta en la penumbra,
cuando callo la verdad de lo que ocurre
estás presente.

Estás presente
cuando se que junto a él estás dormida,
cuando mi cama torna fría circunstancia
estás presente.

Estás presente
cuando no te veo y necesito de tus manos,
cuando descargo mi soledad en el vacío
estás presente.

Estás presente
cuando te digo que lo estás y no respondes,
cuando tus cadenas te retienen alejada
siempre estás presente…

…y serás futuro.



Tus caricias aún perduran atrapadas en mi cuerpo, abriéndome llagas en forma de momentos excitados, rememorando la fiebre de tu tacto. Y solo tu presencia puede cicatrizarlas, vida mía.

Tuyo, enfermo de ti, yonqui irredento de tu forma de follarme y dominar el universo de mi instinto masculino:

Ramy Mujtar, siervo de tu voluntad y amante eterno

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