Este es el espacio que nos dimos
donde escribiré al calor de mis latidos
sobre tus pétalos, mi caligráfico deseo.
Este es el espacio, ¿lo recuerdas?
un oasis de tu vida y de la mía,
el vergel de nuestros locos sueños compartidos.
Este, amante, y no otro
donde volaré a tu lado en cada estrofa
buscando, como un niño, el calor de tus besos en mi boca.
Ya no tengo color en mi amantía
que todos los tonos brotan desde el tallo de tu cuerpo
para hacerte mi hembra necesaria
y pintar el vacío de tu dolorosa lejanía.
Este es el espacio, Reina mía
el lugar en que tu recuerdo no descansa;
aquí es, la tierra en que tus ojos descubren mi impaciencia.
Este es el espacio y en él te espero cada día
esclavo sometido al fuego de tu tacto incandescente
inqulino de mi cuerpo en mis noches más lascivas.
donde escribiré al calor de mis latidos
sobre tus pétalos, mi caligráfico deseo.
Este es el espacio, ¿lo recuerdas?
un oasis de tu vida y de la mía,
el vergel de nuestros locos sueños compartidos.
Este, amante, y no otro
donde volaré a tu lado en cada estrofa
buscando, como un niño, el calor de tus besos en mi boca.
Ya no tengo color en mi amantía
que todos los tonos brotan desde el tallo de tu cuerpo
para hacerte mi hembra necesaria
y pintar el vacío de tu dolorosa lejanía.
Este es el espacio, Reina mía
el lugar en que tu recuerdo no descansa;
aquí es, la tierra en que tus ojos descubren mi impaciencia.
Este es el espacio y en él te espero cada día
esclavo sometido al fuego de tu tacto incandescente
inqulino de mi cuerpo en mis noches más lascivas.
Ven, Rayzel… Ven a mí de nuevo con tu prosa seductora… desnúdame con tu verbo desatado y codúceme hasta el cénit de tu gozo. No dudes de mí, dulce locura: soy tu amante, tu elegido, encadenado para siempre a tus deseos.
Y por siempre seguirá siendo nuestro espacio compartido. Un oasis donde nos encontraremos en los sueños y si la vorágine de la vida lo permitiera de nuevo... un oasis donde vernos, mi amante.
ResponderEliminarNo permitiré que la vida nos hurte nuevos encuentros, amante mía. Tenemos al destino de nuestra parte: él apadrinó nuestra unión libre, heterodoxa y voluntaria. Ha sido demasiado tiempo sin ti, Rayzel, buscándote sin saber que eras…
EliminarMe volvería loco si pensara que no iba a volver a verte.