viernes, 30 de marzo de 2012

AÑORANZA









Mi querida amante Rayzel, ser que iluminas mi vida ahuyentando el acoso de mis temores tenebrosos:

hace tiempo que no se más de ti que lo que imagino en la zozobra de mis sueños. Los días sin noticias se me clavan como dagas ponzoñosas en los recovecos de mi alma y me provocan un dolor inusitado. Hoy tan solo déjame recitarte este conjuro, en la espera de que la alegría de saberte volverá al escuchar mi pena en su salmodia:



El tiempo solo me ofrece tu silencio,
la ausencia de tus letras encendidas
y me encuentro, dolorido sin su bullicio,
como el león que se lame sus heridas.

¿Cuánto más hurtado de tu anuncio?
¿Cuánta la espera de tus palabras huídas?
Amante, tu fuga de noticias es cruel suplicio
y añoro que de nuevo se acerquen nuestras vidas.




Amada Rayzel, de sobra se que soy un mero complemento de circunstancia en la sintaxis de tu vida, el último, el que solo responde al cuándo, cómo y dónde, pero te extraño tanto, querida mía…

lunes, 19 de marzo de 2012

Y TÚ… EL UNIVERSO DE MIS FANTASÍAS



Rayzel amada:

encadeno mis versos a los tuyos y esclavizo mis anhelos con grilletes que me aten al recuerdo de tu boca perdida entre mis labios, de mi boca diciéndome tu nombre, de mi nombre prendido de tus labios… y te susurro estas estrofas para que imagines mi voz eyaculando cada palabra en tus oídos para que alcancen los fértiles valles donde brotan tus deseos más salvajes. Te digo:

Caerán arreboladas del cielo las estrellas
tejiendo labores con su manto luminoso.
Peplos, túnicas de luceros y centellas,
con los que ornar tu cuerpo lujurioso,
tu silueta soñada por miles de doncellas.

Caerán nebulosas de asteroides en casacada
para ver ansiosos el brillo del deseo en tus pezones,
nuestros cuerpos sudar cuando llega la alborada
y oir el tañido de tus nalgas al repicar de mis cojones.

Caerán lluvias llenas de meteoros siderales
de cósmicos falos levitando al son de tus jadeos
ávidos por verter en ti sus polvos espaciales
y posar en tus labios el néctar de galácticos goteos.

Caerán miríadas de planetas del firmamento fugitivos
arrastrados por la fuerza del sexo entre tus piernas
de sus encuentros conmigo, expectadores furtivos
atraídos por nuestras cópulas airadas cual galernas,
testigos onanistas de tus convulsos orgasmos elativos.

Caerán todos en tu busca, amada mía
despoblando de la noche sus señales
y al amparo del ciego espacio, que ironía,
veremos gozándonos en constantes bacanales.


y espero impaciente comprobar el efecto afrodisíaco de mi lirismo en tu félida mirada.

Siempre tuyo.

Ramy.

sábado, 17 de marzo de 2012

TÚ ERES… EROS

Amado Ramy:

Doy gracias al glorioso Eros por encargarte tan divino cometido porque tus versos son más bellos que los mismísimos fulgores de la luna llena sobre la piel de los amantes.


Mi admirado Ramy tu vuelo es tan grande que hasta la odalisca más hermosa y experimentada en las artes del amor caería rendida ante la grandeza de tu existencia.

Acariciaré tu torso
hasta el amanecer eterno
que nos brinda glorioso
el deseo de tenernos.

Y cuando mis manos cedan
a mi caprichosa boca
la dulzura de tu crema,
caerán del cielo las estrellas.

Y yo las guardaré una a una, vivas y brillantes, como el divino tesoro que me ha ofrecido el dios Eros… dios del amor, el sexo y la pasión enloquecida de nuestra propia atracción.

Rayzel, tu odalisca anhelante.


jueves, 8 de marzo de 2012

AMANTES


Mi querido Ramy: 

Tus letras me llegan como un remanso de aguas cristalinas donde me reflejo evocando los momentos más íntimos junto a ti. Momentos compartidos bajo la luz tenue de las velas. Momentos de ensueño donde nuestros cuerpos se buscan mientras la música les guía en su devenir lujurioso. 

Cuando leas esta carta, amado Ramy, siente el latir de mi corazón porque allá donde te encuentres hallarás el calor de mi piel añorando tu cuerpo. Hallarás el roce de mis manos explorando tu anatomía con anhelo y hallaras la suavidad de mi boca recorriendo tu cetro con deseo. Allá donde te encuentres estaré contigo siempre. 

Este maravilloso Edén que me ofreces lo acojo con cariño y con deseo, pero la mejor de las ofrendas eres tú… tus ojos, tu boca y tu cuerpo. Tu mente y tu voz, Ramy Mujtar. Aquí lo expreso y así lo grito... al mundo entero.

Tuya, Rayzel.



domingo, 4 de marzo de 2012

UNA TIERRA DE ESPERANZA Y SUEÑOS





Mi querida Odalisca Rayzel, mi venerada flor de esencia femenina:

cuando esto leas, acaso te sorprenda el entusiasmo con el que acometo la nueva tarea de tratar de hacer patente lo mucho que te deseo, el inmenso anhelo que ha prendido en mi desde que la vida decidió cruzar nuestros destinos. Un día inolvidable -sí, ¿recuerdas?- en el que el sol no iluminaba con su luz tanto como irradiabas tú con tu presencia de mujer que se sabía hermosa y seductora. Hembra de hembras, señora de señoras entre todos los que te rodeaban, objeto de su deseo al ver tu silueta perfilada al albur de turbios sueños masculinos. Todavía puedo bosquejar con mi recuerdo indeleble la nitidez de tus formas bajo la preciosa blusa veraniega que trataba inultimente de ocultar a mis ojos lo que tan claramente veían mis pensamientos, enloquecidos por saberte tan cercana. 

Nunca me has dicho lo que quedó de mí en la pregnancia de tu alma aquel bendito día en que me diste tu voz en el momento que más ha marcado el pasado más reciente de mi vida. Nunca, de palabra, pues tus actos lo han gritado sin ambages, mostrando aquello que nunca pudiera haber cabido en mi consciencia sino a fuerza de estar ebrio o enajenado. Y te lo agradezco, amante mía, de la única manera que se y puedo hacerlo. 

Te doy este que será tu Edén a la vez que paraíso de mi admiración de Adán afortunado. Un lugar para mostrarte, brillando como solo tú sabes hacerlo. Porque tú eres mi Eva, esencia de tentación libidinosa, mujer liberada de mundanas esclavitudes y proyectada hermosa y lúcida, refinada y elegante, como grandiosa deidad nacida para goce de mortales. Sea pués, esta, una tierra virtual de esperanza y sueños, y este, Rayzel, mi saludo en señal de eterna pleitesía como prenda por desearte tan ardiente y pecaminosamente tierna entre mis brazos, mientras me recuerdo saboreando el gusto de la miel de tus dulces besos en mi boca y el placentero deslizar de las yemas de tus dedos cuando encuentran el fuego de mi sexo enfebrecido. 

Tuyo entero, amante devorado por tu insoportable ausencia: 

Ramy Mujtar.