Amado Ramy:
Doy gracias al glorioso Eros por
encargarte tan divino cometido porque tus versos son más bellos que los
mismísimos fulgores de la luna llena sobre la piel de los amantes.
Mi admirado Ramy tu vuelo es tan
grande que hasta la odalisca más hermosa y experimentada en las artes del amor
caería rendida ante la grandeza de tu existencia.
Acariciaré tu torso
hasta el amanecer
eterno
que nos brinda
glorioso
el deseo de tenernos.
Y cuando mis manos
cedan
a mi caprichosa boca
la dulzura de tu
crema,
caerán del cielo las
estrellas.
Y yo las guardaré una a una, vivas y
brillantes, como el divino tesoro que me ha ofrecido el dios Eros… dios del
amor, el sexo y la pasión enloquecida de nuestra propia atracción.
Rayzel, tu odalisca anhelante.
Caerán arreboladas del cielo las estrellas
ResponderEliminartejiendo labores con su manto luminoso.
Peplos, túnicas de luceros y centellas,
con los que ornar tu cuerpo lujurioso,
tu silueta soñada por miles de doncellas.
Si yo tu Eros, tú mi Afrodita deseada, la Venus que somete al pícaro Cupido.
Te deseo también esta noche cargada de estrellas, amante mía.
Acariciaré su mejilla
ResponderEliminarme llenaré de su esencia
me endulzaré de su magia.
Besos.